De nada sirve tener una terminal aérea con una ubicación privilegiada, si ésta no cuenta con la inversión, la tecnología, los procesos y la infraestructura real que requiere para operar de forma óptima, consideró Juan José Salmón, CEO de Lima Airport Partners.
En entrevista con A21 el directivo destacó que las obras que se han llevado a cabo en el Aeropuerto Internacional “Jorge Chávez”, ubicado en Lima, Perú, fortalecerán a esa terminal aérea como hub en la costa oeste de Sudamérica, pues lo que se busca es maximizar la ventaja de su ubicación.
“Somos hoy por hoy un hub, queremos potenciar esa situación de hub con la nueva infraestructura que vamos a poner en operación en el año 2025”, dijo.
Al momento de la entrevista, realizada durante la pasada edición de la Asamblea Anual de la ACI-LAC, que se llevó a cabo en la ciudad mexicana de Guadalajara, Jalisco, el directivo dijo que la inauguración de la nueva terminal estaría lista para el 31 de enero de este año.
Sin embargo, en días pasados Raúl Pérez Reyes, titular del Ministerio de Transportes y Comunicaciones de ese país sudamericano -equivalente a la SICT, en México- anunció que en coordinación con Lima Airport Partners (LAP) y atendiendo las necesidades de la comunidad aeronáutica (líneas aéreas y operadores de servicios, entre otros) se reprogramó el inicio de operaciones del nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez para el 30 de marzo de 2025.
A través de un comunicado, el ministro peruano dijo que esta decisión se tomó con el fin de priorizar la seguridad, regularidad y eficiencia operacional, alineándose con los estándares de seguridad de la aviación civil internacional.
Un hub mejorado
La decisión fue anunciada luego de sostener una reunión de coordinación con todos los representantes de la comunidad aeronáutica: LAP, la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI), la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositran) y la Autoridad de Transporte Urbano (ATU), entre otros.
“Para el Gobierno es prioritario garantizar la seguridad, eficiencia y regularidad de las operaciones aéreas, en concordancia con los más altos estándares de seguridad de la aviación civil. En ese sentido, hemos acordado establecer un periodo de 60 días de pruebas en el lado aire y el lado tierra, para asegurar un inicio de operaciones con seguridad y calidad para los usuarios”, detalló el ministro Pérez Reyes.
En tanto, Juan José Salmón explicó que la concesión para operar ese aeropuerto fue otorgada por el gobierno peruano en el año 2001, pero apenas en el 2018 les entregó los terrenos donde se construyó la nueva terminal.
Explicó que la nueva terminal se distingue por ser tres veces más grande que la actual. Mientras que la terminal existente cuenta con 90 mil metros cuadrados, la nueva alcanza una impresionante superficie de 275 mil metros cuadrados. Para finales del año, estimó, la nueva terminal aérea podría atender alrededor de 40 millones de pasajeros, mientras que la actual terminal atiende 26 millones de pasajeros.
“La nueva terminal, explicó, estará ubicada entre las dos pistas que tendrá el aeropuerto, lo que permitirá realizar operaciones simultáneas”, señaló.
Las ventajas que tendrá este nuevo aeropuerto, además de las operaciones simultáneas, es la altura a la que se encuentra, pues por estar a nivel del mar los despegues se podrán hacer sin restricción alguna y “tampoco tendrán afectaciones climatológicas”, dijo, lo que da ventajas sobre otras terminales como Quito o Bogotá.
Destacó que el proyecto se vislumbra como una “ciudad-aeropuerto” y para ello cuentan con una franja adicional de entre 120-130 hectáreas, mismas que se encuentran al borde de la terminal y que circundan al terreno.Además, están ubicados a 7 kilómetros del Puerto del Callao, que es el principal puerto del Perú. Se busca, dijo, posicionar al Callao y al Perú como un nodo de excelencia en la región, aprovechando la conectividad que les dará la nueva terminal del aeropuerto.Salmón explicó que, una vez que la nueva terminal entre en operaciones, evaluarán qué uso darle a la actual, que probablemente se destine a actividades relacionadas con retail (ventas minoristas) o funciones educativas.
Son una Asociación Público Privada
El directivo dijo que ellos tienen una Asociación Público Privada (APP), donde administran la infraestructura que se construye, la cual es propiedad del Estado.
“Nosotros simplemente administramos la infraestructura de acuerdo con las condiciones contractuales y los Estados tienen que entender que este partner significa una asociación en la que cada quien asume los riesgos que contrajo desde el inicio del contrato”, aseveró.
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