La Asociación de Industrias Aeroespaciales (AIA) abrió la puerta a discusiones sobre aranceles específicos, después de que el presidente electo Donald Trump sugirió imponer gravámenes por importación de productos a países como México y Canadá.
La industria, que representa a empresas estadounidenses de fabricación de aviones y defensa como Boeing y General Dynamics, abordó la posibilidad de imponer aranceles por primera vez y dijo en una declaración que discutiría cómo adaptarlos para proteger la seguridad nacional y las industrias clave.
“Estamos ansiosos por trabajar con la administración Trump para discutir en qué áreas la política arancelaria puede apoyar a nuestros productos, al tiempo que garantizamos que la industria esté capacitada para seguir creciendo de una manera que respalde las necesidades de seguridad nacional de Estados Unidos y mantenga nuestra posición como un sector manufacturero líder de alta tecnología”, señaló el organismo.
La advertencia de Trump en noviembre sobre posibles aranceles de hasta 25% a las importaciones de México y Canadá desencadenó amenazas de represalias por parte de los afectados, lo que generó preocupaciones entre el sector automotriz y otros sectores de que la medida también podría afectar a la industria estadounidense.
En 2023, Canadá fue el principal país importador y el tercer mayor destino de exportación del comercio aeroespacial y de defensa con Estados Unidos, según la AIA. Sin embargo, México no se encontraba entre los cinco primeros
A principios de esta semana, Aengus Kelly, director ejecutivo de la arrendadora AerCap, advirtió que los aranceles podrían afectar a las ya frágiles cadenas de suministro aeroespaciales y obstaculizar los esfuerzos de Boeing por recuperar el efectivo que tanto necesita.
Algunos ejecutivos de la industria aeroespacial comercial y de defensa habían estado contando con que sus cadenas de suministro recibieran exenciones para los componentes importados si se imponían aranceles, dijeron fuentes a Reuters, aunque no está claro cómo actuaría la administración Trump.
En junio de 2021, Estados Unidos y la Unión Europea acordaron una tregua de cinco años tras un conflicto de casi 17 años sobre los subsidios a la aviación que había generado miles de millones de dólares en aranceles transatlánticos a las industrias europeas y estadounidenses.
Un acuerdo paralelo independiente entre más de 30 países limita las sanciones comerciales sobre las piezas de aeronaves. Sin embargo, Estados Unidos impuso aranceles sobre algunos materiales, como la esponja de titanio, que son fundamentales para la construcción de aviones.
La AIA destacó la importancia del comercio como impulsor del crecimiento económico y la innovación en la industria aeroespacial y de defensa estadounidense, y agregó que durante un período de 40 años, la industria experimentó un crecimiento de más del 2,000% en las exportaciones.
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